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Entro en la línea de "una vida tranquila"
¡ Ah ! Mar del Plata

Durante el desarrollo de investigación y reconversión de Gusto Latino comienzo a pensar "de qué vivir mientras tanto".

Para entonces vivía en el chalet de mi familia, en la calle Alberti 768, cómodo, muy cómodo. Vivía con Olivia, dulce, muy dulce; y ante la recomendación de otra amiga "desempolvé" de mi procesadora de texto japonesa todo el material de Instituto Yattah y comencé a enseñar inglés, nuevamente.

Armé el negocio del idioma como se arma en cualquier parte del mundo. Fui al diario La Capital y les propuse el negocio:

¿ cuánto me sale una pauta de 4 avisos por semana durante 4 semanas en clasifica- dos ? ... $40.- Y les dije si estos cuarenta dólares se multiplican voy a ir duplicando mes a mes la cantidad de publicidad en el medio.

Me quedaban aún $60.- de los $100.- que tenía para comer, fui al otro diario El Atlántico y les propuse el mismo negocio, pagar contado y después duplicar e ir abriendo una línea de crédito en publicidad: les interesó el contado pero nada de crédito.

Así reordené mi vida en la ciudad feliz, tenía una política publicitaria que era mi socia, una mujer y un negocio funcionando en una zona muy tranquila y residencial de la ciudad. Resultado: 629 estudiantes. Nivel AB y universitario. Que más puede pedir una persona.

Con el Método Fusión y los cursos que dictábamos nos divertíamos y aprendían a hablar en inglés como jamás lo soñaron. Asados cada 15 días para recibir a los estudiantes nuevos y despedir a los que habían terminado los cursos de uno o de dos meses. Mucha vida y alegría en Alberti 768.

Cuando no tenía clases me dedicaba a mi jardín, todo el barrio y mis estudiantes pasaban y disfrutaban de nuestro jardín convertido en una enorme huerta en donde había casi de todo y ... ¡ en plena Loma de Stella Maris ! Choclos, verduras, zapallitos, especias, repollos, legumbres, pimientos, tomates, coliflores, y mil cosas más, ¡ ¿ Que más podía pedirle al Tata Dios ? !

La plata no nos sobraba pero nos alcanzaba con creces para pasarla muy bien y reinvertirla en nuestras vidas y en nuestro negocio.

Pero al fin de los primeros ocho meses de trabajo, con 83 estudiantes ya a cuestas, hago mi balance y a pesar de todo tan solo me quedan $127.- en el bolsillo. Mis chispazos mentales, de Contador Público, muy poco frecuentes a esta altura de mi vida, aunque de vez en cuando pienso y actúo como tal, me dice ese 24 de diciembre de 1989 que: No es tan buen negocio enseñar inglés en Mar del Plata. ¡ Con ochenta y tres estudiantes me quedaban después de 8 meses de trabajo solo 127 dólares ! Es una locura. Esa plata yo la ganaba en Tokio en una sola hora de enseñar en cualquier empresa adonde iba. Y sin compromisos.

¡ Me vuelvo a Japón !

... y la "vida tranquila" que querías hacer ... y la huerta... y Olivia... y tantas cosas más, y mis pensamientos me arrastraban a si... todo lo que quieras... pero 83 estudiantes, 8 meses, y por solo 127 dólares. Me vuelvo a Japón.

Y un amigo, el día y la noche conmigo, mientras tomaba sol en el jardín, abre un ojo y me dice: ¿ de nuevo ? ¿ otra vez te vas a ir ?

Y Oli también me mira, perpleja... y ese "de nuevo" , que ya me lo habían dicho cientos de personas cientos de veces anteriormente y que nunca consiguió parar mi espíritu de trotamundos, me hizo reflexionar:

Una vida tranquila... lo que vine a buscar.

Una mujer que me quiere... lo que toda persona desea.

Un negocio de lo mejor... qué más puedo pedir.

Una huerta con todo... para el resto de mi vida.

Una ciudad ... para disfrutar.

Está bien... ¡ Me quedo !

Pero con una condición... voy a resolver la parte mala de este país que hace que cada vez que tengo que decidir entre quedarme o irme decida partir.

Amor y Odio por mi país, cuando me alejo amo a la gente, amo la forma de vida, amo todo lo nuestro; cuando vuelvo odio el sistema, odio la desvergüenza de la función pública, odio la mentira y el robo sistemático que le hacen al ciudadano que le dá sentido a este maravilloso país. Y ante la mirada atónita de Olivia y de Marcelo, a las 16 horas de un día de mucho sol en Mar del Plata les dije: "está bien, me quedo, pero voy a hacer un país a mi medida y a la medida de toda la gente que como yo se va a vivir al exterior porque no soporta el sistema".

Ante tamaña afirmación, cada uno de los tres vuelve a ensimismarse en lo suyo y todo vuelve a la calma en Alberti 768. Mis 255 estudiantes del próximo año no sabían que iban a tener a un profesor de inglés, la gente de mi país no sabía que uno de ellos se había cansado y revelado contra el sistema, y yo y dentro mío se había comenzado a gestar una revolución de pensamientos y de preguntas y respuestas que le dieron un sentido maravilloso y profundo a mis últimos 5 años de existencia.

Primeras decisiones: reflotar La Fundación Un Mundo Un Pueblo, escribir una: Carta al Sr.Periodista, lanzar el Periódico Un Mundo Un Pueblo para Marzo/

Abril de 1990.

Comienzo a hacer un país a la medida de la gente decente y de trabajo.

Había pasado 38 años pensando y viviendo en mí para ser mejor hombre con un valor que me abrió todas las puertas y que me mostró y equilibró en todos los caminos: la verdad; y ahora había tomado el compromiso y aceptado el desafío de llevar mi propia experiencia personal al orden social. Ya era tiempo que comenzara a devolverle a la sociedad, todo lo que ella me había dado en mis 38 años de vivir para comprenderme y ser mejor.

El 2 de enero de 1990 sale la Carta al Sr.Periodista y dice: ¡ estoy cansado de ver correr al perro detrás de su propia cola !, porque exactamente eso es lo que estamos haciendo todos los argentinos. El Poder Real lo detenta el Poder Judicial por inacción, inoperancia y falta de oportunidad crónica en las decisiones que se le requieren.

El quiste de la Corrupción institucional está en el Poder Judicial.

Así defino la línea, y comienzo mi nuevo trabajo social.

Es la catarsis y la condición para quedarme en el país, es la actitud positiva que debo tener para decirme "basta de culpas" y "asumí tus responsabilidades ciudadanas" si querés quedarte en tu país. El país es "mío" en tanto y en cuanto "haga por él", y hacer por la Argentina es "cambiar" lo que está mal, y lo que está mal es el sistema colectivo de nuestras relaciones, es la Función Pública y es el nivel monstruoso de Corrupción Institucional y de Prostitución Pública que existe y que nos come sistemáticamente todo el esfuerzo particular que realizamos.

El objetivo estaba muy claro desde el principio, debía en consecuencia elegir los medios y los procedimientos para conseguir la transformación.

Era necesario poner un órgano de difusión a disposición de cualquier ciudadano que quiera expresarse por escrito, y así se comenzó a gestar el periódico Un Mundo Un Pueblo.

En Alberti 768 todo seguía tranquilo, muy tranquilo. Y yo con este nuevo desafío, feliz, muy feliz. Pero algo mucho más importante aún para mi desarrollo y madurez:

Había definitivamente asumido Un Compromiso Social, al cual siempre le había escapado.

Recuerde "El quiste de la corrupción institucional es el Poder Judicial", el motivo, muy simple, por falta crónica y premeditada de sentencia judicial.

Al hacerse necesitar, en la última instancia institucional -administrar justicia- se transforma en un Poder dentro del Poder Público, y así en lo que llamo El Gobierno de los Jueces o de los Brujos.

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