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Yattah, Argentina, Un Mundo Un Pueblo, Latinoamerica, web1x1.org
EL DESARROLLO COMPRADO
NO ES DESARROLLO
Tampoco lo es el que nos regalan ni el adornado con las mejores luces que
proyectan haces de bienestar, de igualdad, de confort, de seguridad, etc.etc. El
desarrollo tanto individual como social es un proceso de expansión que se origina dentro
del ser individual y/o del cuerpo social al comprender nuevas variables existenciales
entre: lo que tiene o le falta y lo que desea, entre lo que hace y le cuesta y lo que
piensa que puede hacer mejor o distinto.
El ser humano crea SU PROPIO DESARROLLO de acuerdo a:
1- su comprensión del lugar y del tiempo que vive.
2- su sentir particular y/o social de necesidad no satisfecha
3- su comprensión y habilidad mental y material para utilizarla para “crear”
algo nuevo y distinto para satisfacer esa necesidad y
4- si pensada esa expansión, siente que le va a ser útil y efectiva.
Hay toda una conjunción de experiencias existenciales, muy difícilmente cuantificables y
hasta identificables, que hacen inciertos el tiempo y el lugar en que un individuo y/o su
pueblo necesitan, promueven y efectivizan un desarrollo. Pero hay algo que es cierto e
irrefutable que es que el hombre, salvo el creativo, y su sociedad producen el cambio, el
desarrollo, en el límite del derrumbe existencial.
Cuando ya se perdió lo tenido, o se produjo el acontecimiento dramático que destruyó
por siempre el balance de existencia individual y social.
Con la liquidación de las fronteras políticas como límite de coexistencia entre los
pueblos, con la enorme interacción entre pueblos y culturas, es natural que haya una
penetración e incidencia de variables como aculturación, transculturación ,etc. mucho
mayor con el correr de los años, y es por ésto que se hace necesario e imperioso
definir: - que es desarrollo propiamente dicho para el individuo y su sociedad, y cómo le
sirve y potencializa a la sociedad, y - qué es “desarrollo impuesto”, y cómo
éste condiciona SER Y SOCIEDAD a la cosa, a los argumentos pseudo beneficiosos y en
definitiva a la Pérdida de la Identidad y cómo esta imposición venida del exterior del
ser afecta las variables tiempo y espacio haciéndole perder su integración y entidad de
sí mismo.
El Ser Humano avanza trabajosamente por la vida cuestionándose y respondiéndose las
mismas cosas una y otra vez y en este ping-pong de realidad-pregunta-descubrir el ser
crece, entiende, comprende y vuelve a cuestionarse.
Hay así un fluir suave y fácil de re-adaptación y convivencia entre Ser y Cosa, así el
ser tiene tiempo y espacio para ser el “amo” de la cosa, asumirse en la cosa.
En este proceso el Ser Humano sufre de sus propios cuestionamientos respecto a su existir,
pero no se cuestiona su existir en función de la cosa. Naturalmente él está en control
de lo material por relación natural existencial, y por ésto no hay cuestionamiento ni
duda que lo haga sufrir: el ser humano está por sobre su mundo material.
Distinto es cuando hay un Desarrollo Impuesto, un desarrollo comprado. Un desarrollo que
no nace de la necesidad del ser ni de su propia creatividad. Aquí el Ser Humano debe
adaptarse a la cosa, debe preguntarse para qué sirve, cómo usarla, si le es útil o no,
y en que medida, si la necesita o no, y otro millón de preguntas más. Ya no es el ser y
su necesidad dé en dónde nace naturalmente lo nuevo, lo que llena y satisface por ser
ésto nuevo “obra y arte” de producción propia, sino que es exactamente lo
inverso: la cosa obnubila al ser humano, la cosa ahora ES y el Ser Humano está en
función de esa cosa.
Si es simplemente una cosa, el hombre puede soportarla, si son varias cosas las adquiridas
y fueron “compradas”durante un período largo de tiempo el ser humano tiene
capacidad para absorverlas, pero cuando la PENETRACION es permanente, incesante, violenta
e insidiosa el SER pierde sus coordenadas tiempo y espacio, preocupándose solo por tratar
de entender “el cambio”, tratando solo de adaptarse al cambio y de poder
co-existir con él.
El ser humano se olvida de sí y se concentra en la cosa y la consecuencia natural, si
este proceso se transforma en permanente, es la pérdida de su identidad al cambiar el
foco permanente existencial de atención cotidiana. Así los más de los pueblos son
subyugados por el avance vertiginoso de la tecnología que penetra con bombos y platillos,
con maracas y barullo, con luces y lentejuelas prometiendo Un Nuevo y Fantástico Por
Venir que pretende esconder la miseria, desesperanza y hambruna de los más que no pueden,
no podrán no quieren y no querrán ni bombos ni platillos, ni luces de mil colores porque
éstas NO SACIAN EL HAMBRE.
Mauricio J. Yattah