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MECANICA DE UN PODER CORROMPIDO
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ABUSO DE LA POTESTAD
JURIDICAEn general el análisis de un tema que incorporé: Abuso, se centra en el límite muy sutil entre lo que es Uso y el exceso de este Uso, pero aquí vamos a cambiar el eje del estudio como resultado de la acción: usar, y vamos a ampliar el eje de comprensión y llegar al por qué se abusa y a cómo la sociedad permite que se produzca ese abuso sin, pareciera, poder hacer nada al respecto.
El nuevo eje de análisis, al que podríamos nombrar como "eje del hacer al dejarse hacer" es:
1- Ocuparse,
2- Des-Ocuparse,
3- Pre-Ocuparse,
4- Des-Pre-Ocuparse
Cuando una persona existe sola no le queda otra alternativa para satisfacer sus necesidades que la de Ocuparse en conseguirse cualquier tipo de satisfacción insatisfecha, así es como aprende a hacer cosas por sí y para sí misma. Y aprende, con sus propias cualidades y hasta sus propios límites de satisfacción, generalmente no mucho más que éso a satisfacer esas necesidades.
Cuando esta persona vive en un grupo éste aprende desde un principio a separar funciones, es así que al que más sabe de una cosa o al que culturalmente se lo considera más ajustado para realizar un cierto tipo de trabajo se le entrega la "ocupación para satisfacer a todo el grupo en este trabajo específico". Es así como el que es bueno haciendo zapatos se especializa y se transforma en zapatero haciendo zapatos para todos. Y al asumir el zapatero con dedicación su función este se ocupa y se sobre-ocupa en cumplir bien con su trabajo.
Con el tiempo el resto del grupo se va "olvidando" de hacer zapatos es decir que se des-ocupa del trabajo de zapatero.
Qué pasa si el zapatero desaparece... el grupo debe buscar un sustituto, y si no lo encuentra, entonces cada individuo vuelve a hacer sus propios zapatos. Pero si el zapatero tiene aprendices y la tradición se perpetúa, la mayoría de los individuos va des-ocupándose por generaciones de generaciones de la actividad y es así como le resultaría harto difícil recuperar la habilidad en el hacer. Recordemos que ejemplificamos con el zapatero pero que estamos yendo hacia comprender la función de justicia y la sociedad en relación a ella.
Con el tiempo la gente se des-ocupa de la mayor parte de las tareas sociales y se ocupa de lo que Mejor Sabe Hacer, pero si cuando necesita satisfacerse de algo que no hace o de algún servicio que presta otro miembro del grupo y cuando se hace de ese bien o de ese servicio que necesita, éste, no lo satisface porque no está bien hecho o porque la persona que prestó el servicio no se lo dió bien, entonces, el adquirente comienza a pre-ocuparse en que "algo no le gusta" y en que "debe pensar como hacerse de lo que necesita, tanto en calidad como en cantidad". E inicia un nuevo proceso de búsqueda de otro especialista ó vuelve al inicio de su relación con la insatisfacción, piensa en cómo hacerlo él o ella misma.
Pero si el des-ocuparse se prolongó en el tiempo y la cultura y civilización del grupo hace que inclusive se le inculque y enseñe al individuo que ... esa función no es para él, entonces el ciudadano ya ni siquiera se pre-ocupa de la función: piensa "ése no es ni muy remotamente asunto mío", y en un cuarto nivel de relación entre individuo y hacer, nace la des-pre-ocupación. El individuo, así, aprende a "ni siquiera preocuparse", está durante mucho tiempo des-pre-ocupado, y piensa "la justicia que me la den otros".
Por ello es que la mayoría de los ciudadanos y la sociedad misma en su conjunto ha perdido la respuesta del hacer y del comprender "justicia", ha perdido la respuesta propia y social del hacer y del comprender "seguridad", porque las ha relegado por generaciones en grupos de individuos que conforma y proyectan los patrones de una "institución".
Al haberse alejado el ciudadano de las funciones de justicia y de seguridad, cuando actúa en defensa propia o de su propiedad actúa con un dejo de Culpa, de que No Está Haciendo Bien, aunque lo haya hecho muy bien, y esta culpa en el "hacer ajeno", aunque haya sido actuar en lo propio, va, junto a la culpa, acumulando una pregunta muy profunda de: por qué tuve o tengo que hacerlo yo, si ésto no me corresponde y hay alguien más en la sociedad "organizada" que debería cumplir con su función.
Expuesto este eje de relación entre ocuparse, des-ocuparse, pre-ocuparse y des-pre-ocuparse vemos que ya el límite entre el uso y el abuso no pasa por el simple excederse en su función, sino que es aún más profundo y complejo.
En esta profundidad es donde hay que encontrar la Extorsión Pública del poder judicial contra el Pueblo Argentino. Los miembros del poder judicial y los hombres y mujeres del derecho saben, o por lo menos intuyen, que todo ciudadano debe o debe pasar por ellos, y mucho peor, saben, o intuyen, que ningún ciudadano va a "animarse" (sin culpa y desprejuiciada-mente) a producir justicia por mano propia, o a asumir una posición de seguridad más allá del límite del encerramiento propio, y así las rejas se multiplican, las exposiciones al delito de familias completas se multiplican y entramos en una cotidiana ley de la selva expuestos al "manejo delincuente institucionalizado", porque nadie a esta altura cree que la violencia, agresión y delincuencia que sufrimos los argentinos es un asunto de "ladrones de gallinas", ésto cae de suyo.
Abuso de la Potestad Jurídica delegada es entonces mucho más que abusarse de la función que cumple el ser del derecho, el abuso se dá por comprender la incapacidad e inhabilidad que tiene el ciudadano común y la sociedad toda en darse y protegerse de los elementos de servicio que premeditadamente manejan con alevosía y falta de efectividad crónica los miembros del poder judicial, de la policía, de las fuerzas políticas, en fin, de todo sujeto que está institucionalizado públicamente y que se apaña y protege, y es protegido, por sus pares "institucionalizados" en las deformaciones que estamos tratando.