La Represión de Estado es el abuso de la potestad conferida a los representantes formales del pueblo que, utilizando violencia en cualquiera de sus formas contra aquellos que le dieron el poder de administrar la cosa pública, agreden y violan al ciudadano y a su patrimonio con las mismas instituciones públicas que deberían defenderlo y protegerlo. La represión de estado es el colmo de la desfiguración institucional de la democracia como forma de gobierno.

Con el concepto antes definido podemos cargar totalmente los descalabros públicos y totalmente la corrupción judicial, política e institucional imperante, lo mismo que el maltrato público que sufre el soberano argentino al EFEPE, su Responsabilidad es solidaria, ilimitada, criminal y todo abarcante.

Definiendo, para que no quede nada afuera, a la Respon-sabilidad como uno de los tres atributos del cargo. Es la respuesta personal y/o de grupo que se le da a un requerimiento de cualquier tipo o nivel exigido por la función establecida del cargo y por la autoridad, en todos sus tipos, de la cual fue investida o asumida para el cumplimiento de su condición la persona real individual y/o grupal.

La Responsabilidad del EFEPE, si a la acción del funcionario y a sus resultados y compromiso con la corrupción le aplicamos el concepto ya definido de In Pártibus Infidélium, se transforma automáticamente en Responsabilidad Criminal contra la sociedad toda. Se entiende como Responsabilidad Criminal al nivel de responsabilidad que se le atribuye al juez, al camarista y/o al ministro de una corte de justicia por la agregación de una cantidad de elementos de los cuales son sujetos activos y que agravan el delito judicial que producen.

Todo ésto hace a la Responsabilidad Pública, que el ciudadano debe volver a reeducar en el EFEPE. Es Responsabilidad Pública la responsabilidad que se le atribuye a un funcionario público para que desempeñe con idoneidad, eficiencia, eficacia y oportunidad plenas sus funciones en el cargo con el cual fue investido o delegado con autoridad formal y funcional suficientes.

Solo reeducando al EFEPE y fundamentalmente al político es que vamos a volver a comunicarnos sociedad e institución pública, es la única alternativa que tenemos para volver a conectar sociedad con dirigentes sociales, económicos y políticos y la única alternativa válida e integradora para potenciar a nuestro pueblo y despertar a nuestro país alejándolo de la "cuestión argentina" que nos viene comiendo y destruyendo desde hace décadas.

Así la Respuesta, que es una de las tres alternativas posibles que tiene una persona cuando recibe una pregunta que abre la realidad del interrogado y es la alternativa válida que hace funcionar el proceso de comunicación, va a ser clara, precisa, sincera y eficaz, entre político y ciudadano, en pos del bien común social y nacional, y así vamos a dejar de escuchar al político tratando de zafar con contestaciones que nada hacen a la solución de todo tipo que necesitamos tener YA, y producir YA.