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32 - LA POLITICA DEL REFLEJO

Política del Reflejo es la política de la refracción de la responsabilidad criminal del funcionario público sobre el sujeto o institución que denuncia o acusa el ilícito.

Todos sabemos que la queja, la denuncia, la acusación, fundada por una apabullante y contundente experiencia cotidiana del ciudadano argentino contra los funcionarios públicos de cualquier grado o nivel, sufre invariable e irremediablemente cualquiera o varios de estos destinos: saco roto, tacho de basura, fondo de un cajón, traspapelado entre un mar de documentos sin sentido o de intenciones perversas y maliciosas, "a la espera de la meditada y omnisciente decisión del funcionario de turno -para la gilada- y/o del eneavo sello que le falta colocar para darle curso - hacia dónde nunca sabemos, pero curso al fin", etc.

Esto es moneda corriente en la relación ciudadano-funcionario público de cualquier tipo o especie, pero ¡ Guay ! que a este pobre ciudadano que va a cumplir humildemente con "su trámite compulsivo" sin el cual hasta el aliento son capaz de sacarle, mujer u hombre esclavo, callado siervo y mudo espectador de las idas y venidas, de las actitudes y conductas insolentes de aquellos que están "del otro lado del mostrador público"- a él o a ella se le ocurra producir un "exabrupto" más allá del "disimulado bostezo de resignación".

Pero éste es solo el comienzo de la cosa de la extorsión y de la saña que un EFEPE puede mostrar y "hasta magnánimamente" dejar pasar, ya que el maltrato público que el ciudadano argentino sufre "no es asunto del funcionario público" sino de las circunstancias, de la mala suerte y espina del "hombre y de la mujer que espera" y de la incapacidad del ser  humano común argentino que no supo "ingresar a la institución" o en el peor de los casos no tiene "ni siquiera un contacto para no hacer la cola".

La continuación de esta historia ya es harto conocida, vivida y sufrida por todos nosotros, es si de todo ese mundo de gentes que sufren ingente cantidad de vejaciones públicas, a alguien se le ocurre Formalizar la Queja en la misma repartición en dónde fue agredido, mucho peor si la eleva la algún tribunal de "justicia", a la "policía" o a cualquier legislatura para que se trate "sobre tablas".

Es en ese punto donde "automáticamente" comienza a funcionar la Política del Reflejo.

Si usted denuncia a alguien por Ladrón, automáticamente va a surgir contra usted una denuncia igual o peor.

Si usted denuncia a alguien por corrupto, automáticamente le va a venir una contradenuncia por corrupto hijo de p...

Y así hasta que se usted se canse de denunciar o de acusar... seguramente sin pruebas ni fundamentos ni nada que le alcance para sustanciar un proceso jurídico-legal, donde nada se ve, nada se toca, nada se oye, ni nada se hace para corregir lo que se hace con conocimiento de causa y efecto.

Si leyó, de esta misma Serie Verde, Uno de Millones y mira la página 91 en donde detallo solo 170 números de carátulas de más de 650 que tengo dentro de "la justicia argentina" va a notar por ejemplo que en el Juzgado Criminal 1 al número 44.328 le sigue otro número sucesivo 44.329, al 45.203 le sigue otro 45.204, y así se repiten "hasta el mar". En un principio cuando hice el seguimiento me pareció extraño y después comprendí qué era lo que estaba pasando. Como mis acciones judiciales eran en defensa de las agresiones que recibía de un juez que sí sabe lo que hace y que sabía como manejar los tejes y manejes dentro de los tribunales, a cada denuncia que yo hacía -hice más de 50 por 145 agresiones que recibí- lo llamaba alguien del juzgado en donde ingresaba la "nueva causa" e inmediatamente iba la señora del juez o cualquiera de sus secuaces a "iniciarme" una contradenuncia, lo que implica que por todas las agresiones que yo recibí ellos me iniciaron "la misma agresión" en sentido contrario en los mismos juzgados en donde habían entrado. Es así como comienzo a pensar en la estrategia que utilizan contra los ciudadanos "del llano" los funcionarios públicos, en especial los judiciales, la Política del Reflejo.

Esta política incluye, antes que nada, descalificar al denunciante, diciéndole "está loco", "es un degenerado", o corriendo rumores falsos, principalmente en los corrillos de la gente del derecho, que son en donde más se dispersa el "chimento" y en dónde más apoyo tiene cuando va dirigido contra alguien que está agrediendo a "la madre institución".

Paso siguiente es "hacerle y buscarle la vuelta para engancharlo en lo mismo o algo más grave que lo que denuncia", aunque venga sin fundamento ni prueba, el asunto es que "salga la contradenuncia" a la opinión pública.

El tercer punto, por supuesto que no hay un orden pero son alternativamente pasos y estrategias de la política aplicada, es atacarlo en la "unidad de producción económico-financiera que tenga". Esto junto a amenazas, intimidaciones, agresiones con armas de fuego, enviar a matones para seguirlo, utilizar a algunos policías que siempre están bien dispuestos simplemente por "hacer favores" a detenerlo con órdenes falsas, etc.etc. son todas formas de extorsión, de chantaje, de soborno y cohecho que si usted los denunció, muy probablemente "se le vengan en contra" no se preocupe, siga adelante.

Pero es importante que todo argentino sepa que el precio de ir contra "la madre institución" es que lo embadurnen con toda la inmundicia que ellos mismos producen. Y el ciudadano decente va a tener que aguantarla hasta que los cielos clareen en su horizonte.

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