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Yattah, Argentina, Un Mundo Un Pueblo, Latinoamerica, web1x1.org
¡ Argentinos debéis elegir ! el
político o el buen vecino
Para ayudaros en la decisión os aporto una Retrospección Sucinta. EL
POLITICO: Vive de la palabra, de la retórica y del acomodamiento dialéctico de su
situación personal y partidaria. Vive negociando lo mucho o lo poco que ya nos queda para
negociar. Vivió de la venta de puestos públicos que abultaron el aparato estatal al
punto de tener todos los argentinos que empeñar nuestras existencias en función de
mantener porque sí este monstruo que apenas nos deja sobrevivir. Tomó las sucesivas
decisiones del caso para que le permitieran pagar la venta de cargos públicos, a través
de sucesivas devaluaciones de nuestro común denominador, el peso argentino, en tantos
.000.000.000.000 como ya ni los mismos economistas pueden calcular. Vendió en cuanto
acuerdo nacional e internacional pudo un tanto por ciento para Si Mismo, sin importarle el
negocio para la comunidad argentina. Vivió y vive del favor del que si trabaja para
seguir funcionando en su puesto. Para mantenerse hace uso y abuso de la TV, de la Radio y
de la Prensa Escrita, gratuitamente, llenándonos de fantasías de su propia importancia y
de que él, el político, es la única solución posible a nuestro problema de hambre, que
él mismo por su inaptitud operativa crónica en el hacer, está natural y
existencialmente inhabilitado para cumplimentar.
EL BUEN VECINO: Vive de su trabajo cotidiano, produciendo un producto que usted puede usar
o un servicio que usted puede disponer. Su trabajo de sol a sol no termina cuando el sol
se pone ya que lleva su negocio a su casa y participa de su negocio con toda su familia.
Vive preocupado por como sobrevivir en un ambiente desquiciado en todo nivel, que es fruto
putrefacto casualmente de los político y de los efepes (Funcionarios
Públicos) Además sobrevive pensando como hacer para bancarse y soportar todas las
salidas, malas noticias, desastrosas políticas, intimidaciones públicas que al salir del
sol de madrugada puede, sin quererla ni beberla, recibir de ¡OH!, casualidad, el
político y /o el Efepe de turno.
Usted se preguntará... ¿ y a qué viene este artículo ?
Respondo: este artículo viene porque estoy cansado que un grupo de vagos, relajados y
desvergonzados, porque tienen acceso gratuito e instantáneo al micrófono público le
sigan echando la culpa del desastre argentino al 99% de la población que se desloma día
a día soportando y rasguñando con desesperación su existencia cotidiana, tratando de
resolver y bancarse los desastres y manejos en beneficio propio que realizan los sujetos
de la administración pública. Usted, lector, tiene la última palabra.
Mauricio J. Yattah