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Visualizaciones generales sobre disfunciones institucionales que
afectan a la sociedad y al individuo

La mentira y el engaño a la opinión pública que hoy se demuestra ipso facto -en el mismo momento en que se está diciendo-. Así, el mensaje que se transmite «rompe» el orden de verdad y de realidad que vive el ciudadano de manera natural y cotidiana produciéndose una distorsión de valores y de principios que «aliena» la acción comunitaria y el sentido común de convivencia.

Se «habla» de una cosa, pero es «otra».

1- Se habla de democracia de representación, pero el político, el funcionario público o el gobierno en general no representan a nadie.

2- Se habla de capitalismo de trabajo y producción pero es un financismo antropófago, estéril y explotador del trabajo de todos los que producimos bienes y servicios que «sí» son útiles a la comunidad.

3- Se habla de «mercados libres» pero por todos lados surgen restricciones a la operatoria cotidiana del ciudadano que quiere hacer.

4- Se habla de «libre comercio» pero por todos lados surgen barreras burocráticas, legislación y trabas de subsidio o de retenciones para uno u otro lado, que inhiben la libre relación comercial.

5- Se habla de «libertad en la educación» pero la amansadora cultural incesante, distorsiva e insidiosa producen un etnocentrismo que apabulla cualquier condición de libertad o independencia genuinas para la expresión del ser argentino.

6- De la misma manera que se habla de «la ley de la libre oferta y demanda de productos y servicios» pero solo se imponen los que manejan con miles de millones de dólares los medios de comunicación y de publicidad masiva sobre la cotidaneidad del trabajo y del esfuerzo ciudadano de base.

7- Se habla de estado de derecho pero desde la connivencia y desde el contubernio de los tres poderes, desde la elefantiasis jurídico-legal y desde la verguenza de tener de una a tres sentencias judiciales sobre cada mil delitos que sufren los argentinos y después de 5 a 7 años de producidos los hechos delictivos no se vive ni se vé que exista sino un estado de ley que ataca por sí mismo a todo el derecho ciudadano de una y mil maneras distintas.

8- Se habla de una república y de un orden jurídico-legal pero el país se gobierna por decretos de necesidad y urgencia y por las transas que se producen dentro del aparato político y de los grandes negocios.

9- Se dice y se habla de que «se trabaja para la sociedad y para el pueblo» pero siempre que el ciudadano los necesita «están ocupados».

10- Se habla de «todo lo que nos dan» pero cada vez tenemos mucho menos y se pasó de la pobreza a la miseria extrema, al abandono y a la delincuencia cotidiana como único camino para la subsistencia de muchos conciudadanos.

11- Hablan de «gobierno» que cualquier ciudadano interpreta naturalmente qué debería ser un gobierno sano de todos, hecho con verdad y transformando las realidades para mejor, un gobierno en que gobiernen los mejores que sean del pueblo, por el pueblo y para el pueblo y que siempre se gobierne para el bien común, en donde la vitalidad y la fuerza de todos se ponga hoy, para conseguir resultados hoy para millones de argentinos, pero el realidad cuando hablan de «gobierno» es solo para unos pocos, con medidas de todo tipo insensataz y reñidas con los más elementales valores de sentido común y que tienen que justificar una y mil veces con palabras vacías y que duran por el tiempo que la realidad de los hechos las hunden en lo más profundo del olvido, produciendo otra nueva pérdida y frustración nacional.

12- Porque hablan de hacer y de hacer -cuando la gente sí hace todos los días- pero ellos solo saben hablar y hablar y hablar y jamás se los conoció o se los vió haciendo efectivamente, quedando en el imaginario social solo el perfil de charlatanes.

13- Se habla de «honestidad, de decencia, de trabajo, de esfuerzos» pero ya toda la población sabe de los sobres blancos, de las valijas que van y que vienen entre los sindicalistas, de los chantajes y extorsiones entre ellos y con los medios de comunicación, de las amenazas y desaparaciones físicas o de los asesinatos «accidentales» que jamás tienen esclarecimiento o castigo.

14- Porque hablan de «revolución productiva» o de «la producción y productividad que deberíamos alcanzar» pero las dirigencias políticas y los grupos de poder económicos y los sindicalistas y las dirigencias de cámaras, federaciones, cooperativas, etc. reciben el rédito fácil de la especulación, de la información anticipada de «decretazos sobre el mercado», y del dinero sucio que circula para seguir manteniendo un estado de cosas que cualquier hijo de vecino sabe que es delito simplemente por constituir la prueba social, ilegítima y fuera del derecho natural que lo produjo.

15- Se habla de que el gobierno es «pluralista», pero todos vivimos que el «pluralismo todo» está en las calles de lunes a lunes reclamando desde todos los sectores la insanía que lleva a que las dirigencias políticas y públicas hagan lo que se les «canta y se les paga hoy» sin importarles lo que pueda pasar mañana. Y el país, cada mañana se incendia un poco más.

16- Se habla de ética y de moral, pero son los mismos jueces, los mismos ministros, los mismos hombres y mujeres públicas los que a diario y desde la palabra y su acción dan uno y mil ejemplos de falta de ética y de moral ensuciando y manchando de manera indeleble los cargos que ocupan establecerse todos los días en un estado de «in partibus infidelium» -no ser lo que deben ser- el juez no ser juez, el policía no ser policía, el político no ser político, etc., o más exactamente ser y cumplir la función contraria a la que ejercen.

17- Todo el día se habla de «justicia, justicia, justicia», pero el ciudadano solo la ve por televisión ya que brilla por su ausencia cubierta por coimas y «arreglos» con cualquier juez, oficial primero, o secretario de juzgado; por el «arreglo» al camarista o al fiscal o por el pago «bajo cuerda» al perito o al abogado de la contraparte. Justicia que se vende al mejor postor en el mercado del

conflicto y que hace su «producto» muy lucrativo en la industria del juicio abusándose del presupuesto público, cuando puede, o del patrimonio del productor que quiere y sabe hacer cosas útiles para la sociedad.

18- Porque nos hablan todo el día de «libertad de prensa», libertad de expresión, de que «la opinión pública es ésto y es aquello» de que el trabajo de los medios de comunicación «construye conciencia cívica y amplia los horizontes de comprensión» del mundo que estamos viviendo, pero lo que vive el ciudadano de «la calle» y que está atento al mensaje comunicado es que se aprietan a los «periodistas» para que no se descarrien del mensaje oficial y del discurso instaurado con más de 150 atentados y de asesinatos de «periodistas disidentes», además de utilizar los medios para apabu-llarnos con mentiras, con mensajes que son parte del periodismo «eco-eco-eco», con informes que son pura basura intelectualizada de un orden desordenado que se quiere imponer a toda costa sobre la sociedad y el individuo argentino.

19- Hablan de «gobierno popular» pero la normal desde hace décadas es que nadie los quiere acompañar, de que nadie se quiere «meter con ellos» ni en lo que «ellos hacen» el resultado de la no prticipación consciente ciudadana los lleva a que con un puñado de miembros los tienen que rotar por ministerios, embajadas, y cualquier «vacante» que se produzca porque no tienen «a otro» que poner.

20- Se nos habla del «pluralismo político y de ideas» pero el ciudadano ve cómo unos se pasan «al equipo» de otros, unos se rien con los otros como si fueran los mejores amigos y camaradas, todo como si la «política» fuera como el fútbol, comprándose y vendiéndose al mejor contrato y condición que le ofrezcan.

21- Dicen que «hay democracia, libre expresión y compresión» por el problema social, su presentación y resolución, pero no alcanzan las marchas de a miles y desde todo el país, ni la exposición directa y más que visible de lo que vive la sociedad, ni las estadísticas de cualquier tipo o tenor para abrirles los ojos o los oídos porque, sin excepciones y siempre, permanecen ciegos y sordos al reclamo de la gente.

22- Hablan y dicen que «están trabajando» para producir una distribución justa y equitativa entre los distintos sectores sociales, pero desde hace décadas que «nuestros gobiernos» representados por representantes que «votamos» pero que automáticamente una vez que asumen el «cargo público» dejan de representarnos, concepto de lo que llamamos Democracia de Representación NO representativa, producen decisiones de gobierno que son, sin excepciones y todas, de tipo únicamente financiero y especulativo. Así, lo que llaman «distribución equitativa» se transforma en «cómo se le puede sacar plata a los jubilados» para que tengamos más dinero para manejar desde el gobierno, «cómo hacemos para que el maestro siga en su trabajo» pero sacándole los sobrantes o excedentes financieros que manejaríamos nosotros, en «cómo hacer que los que producen paguen más impuestos, tasas y contribuciones» al punto de ahogarlos financie-ramente para poder manejar nosotros cuanto excedente financiero produzcan ó cómo bancarizar cada peso que se necesita y ésto es solo la punta de un ovillo que concluye con las decisiones financieras macroeconómicas que apabullan y esquilman a la industria toda, al comercio todo, a los profesionales todos, a los oficios todos, al campo todo, en fin, al orden productivo todo de bienes y servicios a la comunidad TODA, generando una iniquidad y falta de equidad aberrante y evidente en todos los grupos sociales. El sistema es financiero y especulativo a favor solo de los que manejan las decisiones de gobierno y de aquellos sectores que tienen el poder de las finanzas y de los manejos especulativos de mercado.

23- Nos hablan de gobierno nacional pero cada una de las decisiones de gobierno sistemática y directamente atacan el bien común, la integridad de las partes sociales a un todo nacional y la soberanía nacional en todas sus formas abriendo las fronteras en absolutamente todas las áreas del quehacer, del patrimonio y de la identidad nacionales a la más fácil, especulativa, rapaz y voraz rapiña extranjera.

24- Nos hablan, explican y «dan cátedra» sobre las bondades del «primer mundo» mostrándolo por T.V. y expuesto por «expertos» pero ni cuenta que se quieren dar cuando se muestra la pobreza y la miseria que nos rodea y desde la que, como gobierno nacional, deberíamos arrancar y resolver.

25- Nos dicen del efectivo estado de derecho, de las garantías constitucionales y de las libertades ciudadanas pero el 90% de los presos no tienen sentencia firme y todos se conformaban con el sistema del dos por uno.

26- Se llenan la boca hablándonos de las leyes y del orden legislativo para la gente cuando no hay ley que no produzcan para el mejor postor, por orden de los grandes grupos económicos que las van a usufructura y para realizar el mejor negocio que les presenten.

27- Nos hablan de la salud para todos pero han destrozado la relación ancestral médico-paciente transformando el mercado de la salud y de los medicamentos en un negocio financiero y especulativo con organizaciones prepagas, instituciones que solo se concentran en la oferta marketinera y en contratos y arreglos enganchados con los negocios sindicales con sanatorios, hospitales y médicos que para sobrevivir tienen que aceptar el negocio de las valijas que van llenas y que vuelven «vacías» -o sea medias llenas- a las arcas de los sindicalistas que las negocian.

28- Hablan de los «derechos de los trabajadores» pero con los aportes patronales, con las retenciones a esos trabajadores, con las cajas, etc. los gremios argentinos son pobres y miserables y los gremialistas, políticos y cuanto otro intermediario se meta en el «negocio de explotación del trabajador» están llenos de dinero, fortunas y «relaciones» a seguir explotando. Un inmoral sistema de extorsión y robo al trabajo argentino.

29- Porque nos hablan del orden, de la limpieza y de la transparencia que debemos tener en «lo público» para contraponerlo al «caos», a la suciedad y al estado de turbulencia y delincuencia que surge de la «sociedad» y es exactamente AL REVES, siendo el que busca cotidianamente el punto del sentido común, del orden y de la transparencia ciudadana es el soberano de trabajo y de estudio en contra el caos, del delito público y de la absoluta insensatez existencial que surge del desorden y del desgobierno nacional, provinciales y municipales.

30- Pero no el último punto, y solo a manera de síntesis, la distorsión y la dilusión de todo tipo de valor moral y ético. La destrucción de todo tipo de principio moral y ético. El desmantelamiento de todo parámetro cultural y cívico sobre el ciudadano de trabajo y estudio, sobre el soberano argentino y sobre «todo hombre o mujer de buena voluntad que ha venido a integrarse a este bendito país con su trabajo y con su esfuerzo cotidiano y que le hubieran permitido constituirse y desarrollarse como «ser social y colectivo» se fue y es sistemática y metódicamente una y mil veces «atacado», cercenado, ocultado y destruído por la acción pública de un sector de la sociedad prefectamente identificado y conocido como son los políticos argentinos y todo aquél funcionario público político en cualquiera de las áreas de gobierno a nivel nacional, provincial o municipal. Sujetos que con la inmunidad que se supo construir a través de la coraza del sistema jurídico-legal, con la impunidad que el manejo de las relaciones «institucionales» le permite tener y con la indolencia social que naturalmente asume -no ver, no oir, no comprender ni interesarle el dolor, el estado ni el sufrimiento ajenos- por dicho estado de inmunidad y de protección impune que le da el sistema terminaron llevando a un estado de miseria a todo nuestro Pueblo y a toda nuestra Nación a través de la corrupción pública, institucional, judicial, política, mediática, sindical y económica instaurada.

Dicha corrupción generalizada ha producido infinitas expresiones de maltrato al ciudadano que aplicado desde el amansamiento sistemático hasta la insinuación sutil y perversa del funcionario público lo ha sumido en un estado de enfermedad social e individual que estamos tratando de exponer y concientizar en vos antes de que te inicies en una real y verdadera acción de gobierno en una Democracia de Participación Directa ó DemoScracia que hemos comenzado a construir. 1x1

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