La Corrupción, y por ende su compañera, el Maltrato Público, penetran en todo tipo de área de la actividad humana institucional: así es como existe corrupción en la política, en la economía, en las áreas de desarrollo social, en la administración pública y en la actividad privada, etc. En todo punto en donde existe un "nexo" de contacto entre los intereses de una persona, tanto real como jurídica y otra puede ser campo fértil para plantar una semilla que corrompa los elementos del sistema de relaciones.

Si visualizamos cualquier estructura pública podemos estratificar dos puntos generales donde se asienta:

1- en un punto Interno de un área determinada, o

2- en un punto Interárea, es decir entre dos áreas independiente.

Este punto o "nexo" de contacto, al estar establecido en el lugar exacto de la confluencia de dos intereses cualesquiera gene-ra el elemento Conflicto, surgido naturalmente de la confrontación entre un interés y otro. Situación que ambas partes o en su caso las múltiples partes, deben resolver para obtener su satisfacción plena por la relación que los une o los intenciona.

Ahora, elevémonos en esa visualización y veamos cómo en esa estructura pública que tomamos como referencia, en dónde existen nexos dentro de un área o entre distintas áreas susceptibles de ser corrompidos, al elevarnos vemos que esos puntos de contacto o nexos, tienen una natural dinámica y movilidad, característica común a la relación de todo ser humano y de relaciones humanas que son "siempre cambiantes" van "siempre en busca dé" y siempre en desarrollo y evolución.

En la organización de nuestro gobierno democrático, legislativo-ejecutivo-judicial, el poder que tiene la función de terminar con cualquier tipo de conflicto es por excelencia el Poder Judicial.

El legislativo norma la intención y proyección de la comunidad en todos los sentidos que éste sensa que la sociedad necesita desarrollarse, creando la norma jurídica que avale la acción particular y social; el ejecutivo, establece cómo y con qué elementos hacer y ejecutar en función de la necesidad real y proyectada de la comunidad y el judicial resuelve y define los conflictos naturales privados y públicos que "ese hacer en comunidad" producen al andar el camino del cambio y de la realización naturales.

Pero cuando el Poder Judicial No Resuelve el conflicto, siendo naturalmente el área que tendencia hacia sí todos los nexos o puntos de contacto de los infinitos intereses creados y así, al no hacerlo, no establece hasta dónde y hasta cuánto los intereses de unos deben llegar, integrarse, rechazarse, etc. con los intereses de otros, el conflicto latente aumenta potencialmente los niveles del manejo Corrupto y del Maltrato Público, por esta misma inercia hacia sí, por ser el sector público que debería resolver el conflicto pero que no lo hace y por esta atracción centrípeta el Poder Judicial se transforma, per se, en el Quiste de la Corrupción Institucional.