Todo comenzó el 24 de diciembre de 1989: decidí no volver a autoexiliarme en Japón, quedarme y luchar para hacer un país a la medida de la gente decente y de trabajo.

¡ Que emigren los delincuentes !

Siguió con una semana meditando el cómo hacerlo ... y el 1 de enero de 1990 escribí Carta al Señor Periodista.

¡ Y Un Mundo Un Pueblo se puso en marcha !

Hoy a cuatro años y ocho meses de esa "noche... buena", el Justo ya está ganando.

La mimetización y el gatopardismo del político y del funcionario público es: ¡ moneda corriente y constante ! Pero a diferencia de siempre, hoy, ambas actitudes fueron: forzadas por la presión del Justo: el ser argentino decente y de trabajo.

El primer paso fue: comprender quién, en términos institucionales escucha, piensa y habla, -representa mejor- al Justo.

El periodista. Pero el periodista es parte de un amplio engranaje institucional que no responde al sentir del hombre y de la mujer justos, sino que está atado a los intereses tendenciosos y mezquinos de gentes que queremos que ... ¡ emigren ! Ya tenemos varios ejemplos de este tipo de gente que: nos robó... y se fue; seguirán muchos otros.

Y otra vez ganamos: el periodista, cada vez más, interpreta el mensaje social y juega el partido ¡ a ganar el espacio perdido !

Silencioso, callado, meticuloso el periodista, que se sabe y se siente nuestro, elabora desde su columna, desde su micrófono, el partido que ya estamos ganando. Y deja que los "grandes" que representan a la "institución" se peleen: por el sin sentido, por mantener mimetizado y escondido lo que dijimos que: Nunca Jamás.

Un Mundo Un Pueblo dió más de 300 escritos, como éste. Y todos de una u otra manera fueron comprendidos por el periodista, y volcados, con las palabras que la gente entiende, como: opinión pública.

y seguimos armando nuestra plataforma para la transfor-mación del SIA (Sistema Institucional Argentino) y para crear una alternativa social -no política- para el ‘95, y cada vez, lo que fue antes simple eco, ahora es "voz con palabras que salen de la convicción" de un : ¡ Basta ... ésto debe cambiar !

¡ Y por Dios que está cambiando !

Y muchos me preguntan: pero ...¿ por qué tanta alegría ?

Y respondo: No escuchan la ironía con la que el periodista trata al personaje que antes era... "muy serio".

No ven la forma sutil con la que "le corrió el micrófono".

No leen lo que antes era "entrelíneas", el mensaje explícito de indignación y crítica.

No sienten que los personajes políticos y de la función pública, que antes eran amantes del micrófono y de las cámaras y de los reportajes en donde se explayaban a sus anchas con sus "explicaciones sesudas y mentirosas"... hoy, les quema "la presencia pública".

¡ Todo ésto es trabajo del periodista !

¡ Cómo no vamos a estar contentos, felices y motivados ! Si gracias al periodista -que nos va llevando de a poco- vamos corriendo y ganando una carrera que nos está acercando a una transformación social e institucional sin precedentes.

Hablamos de una batalla magistral: mujeres y hombres de carne y hueso contra estructuras institucionales de hierro; de gente que vive y come de esas estructuras y que a su vez es parte de la comunidad a la cual esas instituciones agreden y subyuga...

¿ Cómo lo harían ustedes ? ¿ Cómo quebrarían el hierro ?

¡ Gota a Gota !

... y un político cae

... y la mentira se descubre

... y el juez no tiene escapatoria

... y el "curro" salta

... y la noticia no sale como "ellos esperaban"

... así: gota a gota.

Así ... se va llegando A la Medidad del Justo...

¿¡ Cómo no voy a estar contento !?

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