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CORRUPCION Y MALTRATO PUBLICOCOLORBAR.GIF (4491 bytes)COLORBAR.GIF (4491 bytes)

Dónde y Cuándo Nace la Corrupción

La Corrupción nace en cualquier lugar y es de todos los tiempos. Es un problema de todas las culturas y de todas las civilizaciones y se expandió y extiende a lo largo y ancho de todas las relaciones humanas.

Por eso es tan importante "agarrarse" y comprender profundamente la definición que dimos de Corrupción, así sabemos que hay más Corrupción y existe un campo más fértil para que ésta germine en sistemas de organización o de administración más grandes y con menos controles. Donde hay sistemas públicos o privados que tengan agujeros, baches, hendiduras o fallas de cualquier tipo, ésos son los puntos "flojos" para la evasión y la elusión de los objetivos del sistema o de la institución que son aprovechados en beneficio de unos pocos y en perjuicio de las grandes mayorías.

La pregunta importante para luchar contra la Corrupción y contra el Maltrato Público al ciudadano no es ni el dónde ni el cuándo de la Corrupción sino el:

¿ Hasta que nivel social, político, institucional, económico es aceptable y se la va a dejar crecer ?

La Corrupción en nuestro país ha literalmente destrozado todos los sistemas públicos de relación colectiva, ha destrozado, por la penetración e influencia de la subcultura del funcionario público, casi todos los sistemas culturales y cívicos privados de la sociedad argentina toda y ha sumido en la impotencia, en la dejadez y en la desídia a todo individuo y alma de nuestro país, sin distinción de edad, nivel económico, etc. en que se nos quiera separar.

Valores y principios básicos de convivencia han literalmente "explotado" de sus lugares de existencia para transformarse en elementos lejanos y perdidos, casi ridículos, de las relaciones con nuestros semejantes.

Por ésto es que la situación, el análisis y la lucha contra la Corrupción Política e Institucional en la República Argentina es un problema de "gravísima factura, decisión y acción".

Aparecer en la tapa de un libro que habla de la Corrupción con una "mueca socarrona" o mostrar a jóvenes levantando los brazos con "alegría y un desprejuicio como si fuera "la portada de un CD de rock" -de quién fuera fiscal general de la nación- o recibir aportes y subvenciones de gobiernos extranjeros, involucrados en los mismos patrones de corrupción que a algunos "argentinos" le enseñaron a utilizar contra el resto de la ciudadanía, no son las formas, mucho menos las actitudes que se deben asumir para "combatir" y luchar contra este flagelo y cáncer socio-institucional.

Dá vergüenza ajena este tipo de actitudes, pero son comprensibles desde el actual estado en que toda la sociedad fue incertada poco a poco e inconscientemente dentro de patrones corrompidos y prostituídos por la corrupción pública y sujetos delincuentes públicos que supieron armar "la política de la inclusión" y " la política del reflejo" para protegerse de cualquier tipo de juzgamiento -tanto social como jurídico-legal.

Dá escalofríos, para aquél que comprende profundamente la destrucción que produce en todo sentido la Corrupción y el Maltrato Público, ver el manejo que se hace públicamente de este problema.

Por eso luchar y erradicar la corrupción de nuestros sistemas públicos es de pura y exclusiva incumbencia de cada uno de los argentinos, no del conjunto, no de toda la sociedad, es pura y exclusiva responsabilidad de cada individuo independiente e individual que nació y habita nuestro suelo. Camuflarse detrás del pluralismo es ser partícipe por omisión de los mecanismos de la corrupción, es integrarse al juego de esos delincuentes. Así el único camino viable para reducirla a niveles aceptables es educar al Soberano en todas sus formas.

Niveles de aceptación.

En lo político el nivel de aceptación se establece en el punto en donde condicionan, tuercen y rompen las políticas de proyecciones socio-jurídicas futuras, que se deberían establecer teniendo en cuenta las necesidades exclusivas sociales y la premura que ellas requieren para ser satisfechas dentro de un marco normativo jurídico-legal. Cualquier intencionalidad de condicionar en forma, en tiempos, en sujetos, etc. lo que la sociedad le exige al político y que éste maneja a "discreción" condicionando, torciendo y rompiendo la coherencia del reclamo genuino de la necesidad social es el límite aceptable por sobre el cual la sociedad estaría satisfecha pero por debajo del cual la sociedad debe actuar sin ningún tipo de miramiento ni flexibilidad.

En este punto es importante aclarar que reclamo social, es desde todo reclamo de "un solo ciudadano" hasta el reclamo y exigencia de la sociedad toda en su conjunto. El político y el funcionario público que cumple funciones públicas es "responsable absoluto, ilimitado y solidario" de la solución y del enmarque jurídico-institucional de la necesidad de cada uno de los más simples y humildes reclamos del más simple y humilde Soberano.

En lo relacionado a lo económico el nivel de aceptación se establece cuando la corrupción condiciona, tuerce o rompe las relaciones de Libre Mercado, en todas o en alguna de sus múltiples facetas y afecta con su accionar el balance natural de la Oferta y Demanda de valores en los bienes y servicios de todo tipo que hacen a la actividad socio-económica tanto privada como pública, tanto interna como con el exterior.

Crear condiciones artificiales para el manejo y el control de las variables económicas y financieras de los mercados e intentar controlar la ecuación eficiencia-eficacia y la oportunidad de los "libres mercados " y de las "libres negociaciones entre partes" es, por arriba del nivel, aceptable, pero por debajo de un nivel de "libertad e independencia individual y grupal dado" debe ser perseguido y resistido por la sociedad toda sin miramientos ni flexibilidad. Así Libertad e Independencia en la libertad de creación, de producción, de industria y de comercio junto a valores de equidad y justos en las posibilidades de negociar lo propio con otros semejantes -establecidos por el mismo individuo y su sociedad- son el nivel por sobre o por debajo del cual se debe dejar o atacar y exterminar la corrupción pública.

En el orden socio-institucional el nivel se establece cuando la corrupción condiciona, tuerce o rompe el poder y el equilibrio natural entre los valores morales y éticos y los principios morales y éticos de las personas reales que conforman el conjunto de la sociedad y cada uno de los ciudadanos y sus valores y principios en particular (valores y principios exclusivos de las personas reales) y se le imponen a éstos las "políticas institucionales", los "procedimientos y procesos y mecanismos institucionales", las reglas y normativa institucional, etc. ( que tendencian a la existencia de la institución por la institución misma) en contra de las necesidades individuales y colectivas que el ciudadano y Su Sociedad reclaman ser satisfechas.

Por sobre el concepto de la "ley institucional" está la Necesidad Social, por sobre el concepto de la "norma institucional" y del "hacer institucional" y del "procedimiento institucional" y del "se puede o no se puede hacer institucional" esta LA NECESIDAD SOCIAL, así que si en cualquiera de sus formas la necesidad no es inmediatamente satisfecha utilizando como excusa y justificación algo relacionado a "la institución", por sobre ese nivel -en dónde manda la necesidad- la sociedad estaría satisfecha, por debajo de ese nivel la sociedad argentina debe actuar sin miramientos ni flexibilidad.

En términos generales la "tendencia de desfiguración de naturales patrones de relaciones yendo hacia la Corrupción y hacia el Maltrato Público" podrían estratificarse de esta manera:

Es Corrupción toda política y/o actitud o conducta que desvirtue:

1- el equilibrio natural entre el imperio del derecho natural del ser humano a satisfacer sus necesidades contra imponerle el derecho de la ley, o legislado, hasta, inclusive, ir en contra de las necesidades individuales y colectivas.

2- Cuando se deja de lado el "sentido común" priorizando al sentido maquinado y negociado, a pesar de la Teoría de lo Obvio.

3- Cuando el ser humano es subyugado a los sistemas y procedimientos, a pesar del reclamo y del perjuicio que ello le representa.

4- Cuando se impone a lo natural, lo artificial.

5- Cuando se impone a lo social, lo sectorial

6- Cuando se impone a lo amplio, lo restringido.

7- Cuando deja de lado lo inmediato y se trabaja siempre sobre lo mediato.

8- Cuando se suplanta la Ley del Cambio por la del No Cambio

9- Cuando se relega lo inminente por un Tal-Vez

10- Cuando se relega lo propio por lo ajeno

11- Cuando se sustituye lo más por lo menos

12- Cuando se cambia lo mejor por lo peor o mediocre.

Cuando las políticas y las actitudes y conductas de grupos de decisión sociales, en todos los órdenes de las actividades humanas, tienden con más insistencia a imponer unos valores y patrones, por los otros que presentamos, se tiende así a crear "maljustificaciones" que nos alejan de la realidad y de la verdad individual y social: cual es que el objetivo de toda acción humana y de toda relación humana es, en principio y hasta el momento en que se produzca la satisfacción plena de la población mundial, la satisfacción de las necesidades básicas y primarias.

El punto es muy claro, más y mejores elementos de satisfacción, sin ningún tipo de justificación que los inhiba.

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