*** La Moral y La Etica son patrimonio exclusivo del Ser Humano, nunca de una institución.

*** La Verdad es el único valor integrador de las distintas expresiones e intenciones humanas.

*** La Idealidad estructurada por las políticas institucionales no son la Realidad tal-cual-es.

*** El Derecho Natural del Ciudadano está muy por sobre «la ley».

*** Se ha transformado la estructura jurídico-legal en estructura jurídico-financiera.

*** Se ha transformado el Estado de Derecho en Estado de Ley.

*** Ante miembros del aparato judicial y político comprometidos con la corrupción y el maltrato público que manejan la estructura del derecho sustantivo en beneficio propio, se impone el Derecho Internacional y el de otros países para la defensa del derecho del ciudadano y de la familia argentina.

*** El delincuente judicial y el delincuente político son referentes uno del otro. Ante la ineficacia de su función el primero dice: nosotros nos remitimos a lo que el político legisla; el segundo se excusa en que: todo está en manos de la justicia (sabiendo que tarde o temprano todo se «negocia»)

*** Los hombres y mujeres del poder judicial han cambiado los valores y principios morales y éticos por la ley económica de la oferta y demanda de justicia: en donde a menor oferta de justicia mayor precio a cobrar y en donde a mayor demanda de justicia, también, mayor precio a cobrar.

*** El punto en dónde debemos tomar y asumir una posición de conciencia cívica es:

«Que dado el nivel de corrupción institucional, y siendo los beneficiarios de los beneficios de tal prostitución pública los mismos miembros del SIA -Sistema Institucional Argentino- (por ende «sujetos no interesados en cambiar el actual estado de cosas») el único camino y las únicas personas para cambiar el actual estado de cosas el que los beneficiarios de un cierto estado de derecho se asuman en los actores de la recuperación de Su Propio Gobierno construyendo una Democracia Real y Efectiva sin representanciones.

No reconocer que Yo, Usted, nuestras familias y Toda la Sociedad Argentina debemos ineludiblemente Asumir Esta Verdad y esta Acción nos hace: «responsables conscientes, ex profeso y tautem, por acción u omisión de la desintegración de nuestros sistemas culturales y cívicos, en principio, y de la desintegración nacional como acto final.