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MECANICA DE UN PODER CORROMPIDO
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EL APARATAMIENTOAparatamiento es la acción de cohesión monolítica que uno, varios o todos los miembros de una institución producen cuando alguno de ellos o la "madre institución" está siendo cuestionada y/o violentada por individuos ajenos a ella, y así protegerse de la ingerencia exterior.
Sobran palabras para explicar su definición, pero después de años de estudiar todo lo que le estoy exponiendo debo concluir que si consideramos al Aparatamiento en términos de ser un sistema de protección contra la ingerencia y la agresión desde el exterior a la Función Pública, y le ponemos volumen, es decir que lo imaginamos con una dimensión determinada, las proporciones que tiene, y sin lugar a equivocarme mucho, son de por lo menos el doble al triple de la medida del SIA (Sistema Institucional Argentino), o sea de toda nuestra estructura nacional, provinciales y municipales públicas juntas.
El aparatamiento es una estructura "latente", en estado de quietud-atenta, que cuando es siquiera "insinuada" una agresión se agiganta como un monstruo por sobre todas y cualquiera de las estructuras formales, incluidos sus valores, sus hombres y mujeres, sus reglamentos y procedimientos, y se defiende con tal saña y destreza que no le importa ni siente el destrozo de quiénes o de qué dejó en su camino.
Este sentido de "defensa monolítica institucional" no es producto de la omnisciencia de nadie, sino que es consecuencia de todo lo que fuimos hablando a lo largo de estas líneas, pero el hecho de que algunos muchos funcionarios públicos la utilicen, en especial los ministros de las cortes de justicia y los políticos de jerarquía, hace literalmente "certificable" la aseveración de la inexistencia de una democracia real y cierta en el país.
El Aparatamiento y la atracción hacia él es de tales proporciones que "no existe la mínima posibilidad de que un recurso de queja genuino tenga una resolución a su vez genuina por parte de la institución pública en cualquiera de sus áreas".
La salida que el sistema produce para la acumulación infernal de "queja pública contra la degeneración institucional producida por sus miembros" son "caricaturescas" con el agravante de que ni siquiera son artísticas ni racionales ni con sentido común.
Exteriorizaciones de ese tipo son respuestas institucionales como: La "supersecretaría" de seguridad interior, muerta antes de nacer; la creación por ley de la figura y función del Ombusman, sujeto que debe salvar y defender al ciudadano de los mismos violadores y agresores contra el Pueblo Todo, y sujetos que lo "eligieron", y últimamente los "juicios orales contra corruptos", llevados a cabo en el mismo Palacio de Tribunales, debajo y junto a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
La mayoría de los argentinos, por no decir todos, realmente no dejamos de maravillarnos por el nivel de baja consideración, estima y nivel cero intelectual y de sensatez que los funcionarios públicos, especialmente estos que tienen tan brillantes ideas de "reformas institucionales", nos endilgan y con los cuales nos califican.