-desde la pasión-

Ciudadanos, Compatriotas me dirijo a ustedes por este medio para convocarlos en momentos tan dramáticos para que juntos construyamos una ARGENTINA SI , una Argentina Sociedad Integrada.

Desde hace años los esfuerzos que cientos de miles de argentinos venimos produciendo para luchar contra la injusticia, contra la corrupción del aparato político y contra la insensatez de un Estado que todo lo devora, que todo lo arrasa, que todo nos saca, que nada deja, está HOY reflejado por la movilización cotidiana y la tregua que no le estamos dando a nadie que quiera abusarse del sentimiento de libertad y de independencia que aún persiste en cada argentino y que aún vibra en cada voluntad de cambio que exige justicia y trabajo.

No son los números ni la economía ni las finanzas o las relaciones políticas o los juegos de poder que nos anima a estar en las calles, sino que es la sinrazón de un sistema que nos impusieron y que debemos con responsabilidad ciudadana cambiar, y es HOY, en este mismo momento, que los convoco a acompañarme para que produzcamos el cambio.

Un cambio que debe ser un avance mucho más que significativo en nuestros sistemas de convivencia, en las relaciones entre todos y cada uno de nosotros y en las relaciones que queremos con el Estado y con el Gobierno -esa organización que es propiedad de todos los argentinos y que fue sistemática y metódicamente transformada en el instrumento de robo, de asesinato y de criminalidad pública contra las vidas y contra todos los esfuerzos bien habidos de los ciudadanos y contra los patrimonios de cada uno de nosotros.

Se han comido nuestras vidas, nuestras propiedades, nuestros ahorros, nuestras esperanzas y hasta nuestra fe en la certeza de poder ser parte de una sociedad mejor.

Se han devorado la vida de nuestros hijos, de nuestros vecinos, de nuestros padres y abuelos y nos han dejado los huesos del esfuerzo y del sudor de décadas de sacrificios en pos de una sociedad que hoy ni siquiera es la sombra de las glorias que tuvieron nuestros abuelos.

Queda en ustedes desde este mismo momento y antes de continuar evaluar si éste es un discurso político más o si quien les habla y lo que les digo es una propuesta ciudadana para un profundo cambio de nuestra nación modificando nuestros sistemas de convivencia.

La trayectoria, los miles de comunicados y la infinita actividad social que hemos producido desde La Fundación Un Mundo Un Pueblo y desde la Liga Contra la Corrupción y el Maltrato Público son el testimonio indiscutible de la voluntad y de la capacidad de cambio que nos anima y que de una y mil formas se han articulado en las expresiones cívicas que desde todos los rincones del país se están produciendo.

El desafío para construir una mejor sociedad fue tirado al ruedo de las conciencias ciudadanas, y fue también hace tiempo tomado el desafío por miles de argentinos que confrontaron los hechos y las dramáticas realidades que vivimos cambiándolas y construyendo nuevas alternativas con valor y sentido crítico definitivo y con un Basta a la Sinrazón y al Abuso del Político, del Juez y de todo aquél que se excedió en su función pública.

Se necesitaba una guía y la guía fue dada 1x1. Se necesitaba una conciencia nueva y la conciencia nueva fue entregada 1x1. Se buscaba un cambio y el cambio social, político, institucional fue construido 1x1 desde la participación abierta en todo tipo de propuestas que fuimos ideando desde 1x1.

Por supuesto que el cambio es inminente y posible. Por supuesto que existe una Nueva Nación y una nueva argentinidad emergente que se está gestando y construyendo desde hace años desde la desobediencia civil y cultural antes «oculta» y hoy expuesta a los cuatro vientos de la saturación social. Por supuesto que el sacrificio es grande pero la satisfacción de los logros que grupos e individuos consiguieron en estos últimos tiempos, muchos de ellos «en absoluta soledad y abandono», también es enorme.

Ejemplos hay miles, como las asambleas barriales, los grupos de profesionales, los grupos solidarios, las redes sociales y para la contención de la indigencia y las patriadas callejeras en todo el país. Lo mismo que el reclamo de argentinos emigrados y de pueblos extranjeros que no comprenden de la actitud suicida y en caída libre y al vacío de toda una Nación.

Hasta hoy estos grupos de ciudadanos conscientes de su valía y responsabilidad cívica, casi aislados en sus propias y particulares desesperaciones, vienen hoy con solidaridad y criterio cívico amalgamándose en una nueva sociedad, en una nueva esperanza y en una nueva forma de convivir, aún deseosos y buscando «una nueva organización nacional», más humana, más sensata, más nuestra y legitima.

Supimos muchos, en un tiempo en que estuvimos dispersos, aunar criterios y comprender las mismísimas bases de la corrupción en todas sus formas y fuimos capaces de identificar, investigar, perseguir y hasta acusar públicamente, generando el desprecio social, a aquellos que se abusaron de su quehacer público y hasta privado.

Hoy sabemos de ellos, sabemos de todas sus mañas y de todos sus procedimientos, sabemos y comprendemos la profundidad y catástrofe del daño social, económico e institucional, en todas las áreas, que nos han producido y estamos AQUI para terminar con ellos y terminar con este estado de cosas en el que nos han ahogado y avergonzado profundamente.

Los invito, a los argentinos que todavía vivimos en nuestra bendita y generosa tierra y a todos aquellos que son «aún de los nuestros» y que se han visto obligados a emigrar a constituirnos en un enorme entramado social versátil, inclaudicable, indestructible que con convicción y fuerza de espíritu termine con todo aquél y con todo aquello que nos hizo mal, que nos proyecta y propone el mal y que nos quiere seguir explotando desde el delito y la sinrazón.

No es un solo esfuerzo el que se nos pide, es un sacrificio de toda una vida por vivir y por delante. Tampoco es un esfuerzo aislado sino que es el sacrificio de una mancomunidad social y nacional que desde hace décadas los argentinos no sabemos , no podemos y no pudimos congeniar. Y es en esta, otra nueva oportunidad dentro de las leyes de la cordura y del buen tino, que sin violencia y sin resistencias contra el derecho legítimo que nos asiste como Soberanos y en un espíritu de pueblo los autoconvoco 1x1 para que nos desensillemos de las cabalgaduras políticas, de las plataformas ideológicas y de los pedestales de los extremos para transitar todos juntos un camino del medio y común para constituirnos en un poderoso Pueblo y en una Nueva Nación.

Este 27 de abril a las 18hs los convoco para que juntos desde Plaza de Mayo y desde cada rincón del país le digamos NO AL ABUSO y SI AL CAMBIO unidos en una ARGENTINA SI.

Prof. Mauricio Jorge Yattah - Desde Bs.As.- Argentina - 8 de Abril de 2003 -