El 23 de junio de 1924 la Unión Hallesista también fue
disuelta y todas las publicaciones secuestradas y quemadas.
El gobierno fascista pidió al tribunal la captura y
detención de A.M.Trucco, pero en aquel tiempo aun no todos los jueces
estaban a las órdenes del gobierno, y, por lo tanto, A.M.Trucco no fue
personalmente molestado.
Sin embargo, A.M.Trucco, viendo el peligro, pues el
poderío del gobierno cada día se acrecentaba y se tornaba más dominante,
constituyó , con sus discípulos –Giorgio Di Doménico y Nicolás Manetti Cusa-
una sociedad civil –no comercial- el Istituto per il Rinnovamento Económico
para que fuese asegurada, ante cualquier contingencia, la continuidad del
hallesismo.
Después de la supresión del movimiento, el gobierno no
permitió ya el desarrollo del procedimiento judicial; y las insistencias de
los abogados de Trucco nada lograron.
A.M.Trucco pedía ser interrogado, pero ningún juez osaba
librar el mandato de comparencia.
Por último, el mandato fue redactado pero no fue enviado;
y entonces el abogado de Trucco se presentó ante el tribunal con una
dactilógrafa y una máquina, ¡para copiar el mandato él mismo!
Ante este hecho, único en la historia judicial, el
mandato fue enviado contra Trucco, y como se preveía, también contra los
componentes del "Istituto di Rinnovamento Económico" recién creado.
Entretanto, el procedimiento para la quiebra de la
Sociedad Hallesint se desarrollaba ante el Tribunal Comercial como una
quiebra cualquiera, y, puesto que la quiebra no existía, el Tribunal, no
obstante las órdenes del gobierno, revocó la quiebra, y mandó que se
consignaran las actividades –además de las publicaciones ya destruidas- a
los administradores y, cosa extraordinaria pero justa, ante la cual
resplandece la verdad, los accionistas ¡eligieron para que administrara sus
intereses… a los acusados!
No obstante las solicitudes de todos los hallesistas italianos, el
proceso contra los imputados no pudo iniciarse antes del 18 de marzo de
1927.